Locales | 23 Oct Fue reinaugurado en la víspera el Centro de Rehabilitación Ecuestre Nº 18, ubicado en el Área de Equinoterapia “Teniente primero Rivera Saravia”, en un predio del Batallón General Leandro Gómez de Infantería Mecanizado Nº 8”.
El centro cuenta con profesionales capacitados y cinco caballos mansos, aptos para equinoterapia, en tanto hay ofrecimiento de otros, si fueran necesarios. “En momentos de trabajo óptimo, esperamos atender entre ocho y diez niños con capacidades diferentes”, dijo el comandante de la unidad militar, teniente coronel Miguel Baudean.
Al acto asistieron, entre otras autoridades, el intendente Bertil Bentos, el diputado Walter Verri, el comandante de la División de Ejército III, general Nelson Pintos, el segundo comandante de la División de Ejército III, coronel Pablo J. Torello, el comandante de la Brigada de Infantería Nº 3, coronel Dardo Romero, el Comandante de la Brigada de Caballería Nº 1, coronel Willman Marcenal. También estuvieron presentes el jefe de Policía, inspector principal retirado Milton Rodríguez, y el embajador de Francia en Uruguay, Sylvain Itte.
El centro cuenta con un equipo multidisciplinario integrado por un médico, una psicóloga y una psicomotricista equinoterapeuta, una fisioterapeuta e instructores auxiliares o guías, y soldados encargados de guiar los caballos durante la terapia.
“La idea es que aquellas personas que tienen hijos que están en condiciones de realizar este tipo de terapia se presenten en la unidad militar, con un certificado del médico que atiende habitualmente al niño, que diga que está apto para poder montar, de modo de llevar adelante esta terapia para niños con capacidades diferentes”, dijo el teniente coronel Baudean.
La atención comienza con una entrevista con el equipo multidisciplinario, que evaluará cada caso, tras lo que, los casos que sean aceptados, tendrán un tratamiento de hasta dos años. Al comienzo del tratamiento, el niño trabajará en actividades de piso, para paulatinamente acercarse al caballo, primero observándolo, luego acercándose y tocando al animal, para finalmente proceder a montarlo, cuando los profesionales encargados así lo determinen.
En la etapa de monta, “la sesión es de entre 25 y 40 minutos, teniendo en cuenta que hay algunos minutos para el cambio de caballo para el siguiente paciente”, indicó Baudean.
El equipo multidisciplinario “es personal del batallón, por lo que cumplen tareas con el personal y su familia. Al mismo tiempo, trabajan fuera de la unidad. Por lo tanto, deberá coordinarse el trabajo para que sea productivo para todos”, expresó el comandante del batallón.
El Centro de Rehabilitación Ecuestre Nº 18 integra la red del Centro Nacional de Fomento y Rehabilitación Ecuestre (Cenafre) y “está a disposición de la sociedad de Paysandú, nadie va a quedar afuera”, indicó Baudean, quien agregó que “ojalá se puedan conseguir más instructores” y adelantó que “hay un grupo de personas que están integrando una comisión de apoyo al centro, para continuar las obras y hacerlo crecer”.
Asimismo, “nos complementamos con Aprodime, que en marzo de este año fue reconocido por el Cenafre, y es una institución que está trabajando muy bien”.

“UNA OBRA DE TODOS”
El comandante del Batallón General Leandro Gómez de Infantería Mecanizado Nº 8 fue el único orador en el acto. Al dar inicio a su discurso recordó que “el 15 de febrero del año 2013 me hice cargo de esta unidad, y haciendo uso de la palabra dije ser un hombre feliz, el más feliz del mundo. Hoy, un año y medio después, mantengo esa felicidad, porque he alcanzado uno de los objetivos que me propuse en aquel momento. Es esta realidad de contar nuevamente con el Centro de Rehabilitación Ecuestre Nº 18”.
“Es por eso que los he invitado a compartir esta alegría que siento, que no hace más que confirmar aquellas convicciones que me llevaron un día a hacerme soldado, sin otro interés que el de servir a la patria”, agregó.
“La reapertura de este centro hace necesario una serie de agradecimientos, que empiezan por todos aquellos que confiaron en el Batallón y dieron su apoyo desde los diferentes escalones en el canal de mando, así como las autoridades del Centro Nacional de Fomento y Rehabilitación Ecuestre, y el Servicio de Veterinaria y Remonta”, expresó el teniente coronel Baudean. Destacó “un merecido y particular agradecimiento al personal superior y subalterno de esta unidad, quienes trabajaron arduamente con una moral inquebrantable, cada cual en su tarea asignada. Quiero hacer una valoración especial para el cabo de primera Marcelo Velázquez, quien habiendo pasado a situación de retiro el 31 de agosto pasado, continuó trabajando en estas obras hasta verlas hoy terminadas”.
Agradeció también “a la Intendencia Departamental de Paysandú y a sus máximas autoridades, a sus mandos medios y a su brazo ejecutor, los funcionarios, cuyas manos guiaron las máquinas que labraron esta tierra y los camiones cargados de arena, para el picadero. Se suman a mi agradecimiento el cuerpo de bomberos y de Policía Caminera, cuyos jefes han sido un constante apoyo y han tendido lazos para poder conseguir que otras instituciones y personas colaboraran con esta causa”.
También agradeció “al club de amigos de la unidad, autodenominados “caravineros”, al Club de Tiro de Paysandú y al Club de Leones de Paysandú”, así como “a todas las personas e instituciones que donaron o prestaron equinos, dieron materiales de construcción o colaboraron de cualquier forma para esta reinauguración y por ende, sus nombres figuran al pie del monumento al gran doctor de este tipo de terapias, que es el caballo, cuya efigie en mármol labró el escultor y profesor Elbio Canosa”.
Finalmente, agradeció “a la solidaridad sanducera que hace de esta obra una obra de todos, materializada en su funcionamiento por el Ejército Nacional”.