“Sin duda hubo una falla humana”, aseguró director de Inr

Locales | 31 Dic Una sierra fue facilitada desde el exterior del Centro “Paysandú” del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) a los reclusos Alexander Ariel Ceballos, de 32 años, y Jhonatan Alberto López López, de 26, para que escaparan de la celda en donde se encontraban, en una doble fuga ocurrida a principios del presente mes, según confirmó a EL TELEGRAFO el director del organismo, inspector principal (R) Luis Mendoza.
“Ellos cortaron los barrotes con una sierrita ya que eso fue constatado por personal de Policía Técnica” aseguró Mendoza, quien consideró “debido a su tamaño, las sierritas se pasan en cualquier lugar”. Pese a que los barrotes de la celda que fueran cortados son acerados, el director indicó que los reclusos “los cortan igual, ya que en todas las cárceles pasa eso; no hay acero que los pare. Esa es la realidad, ya que la ansiedad de libertad los lleva a hacer muchas cosas realmente impensadas”.
“Están las 24 horas pensando en cómo burlar la seguridad”, subrayó.

“HUBO UNA FALLA HUMANA”
De todas formas, aseveró que “sin duda hubo una falla humana y eso es lo que nos permitirá esclarecer la investigación administrativa que estamos llevando adelante”.
Por ese motivo destacó que, a nivel interno, “se está practicando un sumario como corresponde a efectos de determinar responsabilidades para saber por qué esta gente se escapó, ya que no tenían posibilidades de escaparse por el lugar en donde se encontraban recluidos”.
Como se informó, los reclusos prófugos no estaban alojados en el momento de su fuga en los pabellones sino que se encontraban en las celdas individuales, destinadas al aislamiento de reclusos sancionados por mala conducta o de otros que, por decisión propia o de las autoridades del establecimiento, no deberían mantener contacto con el resto de la población carcelaria. Se trata de nueve celdas ubicadas a lo largo de un pasillo que carece de aberturas y que está ubicado en el subsuelo del edificio, un sector de difícil acceso y considerado como el de mayor seguridad de la cárcel.
Por último, el director del Instituto Nacional de Rehabilitación detalló que, en el marco de la investigación administrativa, ya se instruyeron sumarios, mientras que en forma paralela se desarrolla la búsqueda policial con el propósito --según puntualizó-- de “ubicar a estas personas y recapturarlas”. En ambas líneas de investigación participa el Departamento de Investigación y Análisis Penitenciario, contándose para la búsqueda con el apoyo de personal de la Jefatura de Policía de Paysandú.